Fundamentos de los Microbiomas

vellosidades intestinales con bacterias

El tracto gastrointestinal presenta la superficie más grande del cuerpo al entorno.1 La función del tracto intestinal va mucho más allá de la digestión.

Si bien el aparato gastrointestinal (el intestino) es el centro de la digestión de alimentos y la absorción de nutrientes, también cumple una función clave en la salud general de las mascotas.

Entre otras, las funciones conocidas del microbioma intestinal son:2,3

  • recolectar alimentos para obtener energía,
  • proporcionar nutrientes al huésped a través de actividades metabólicas y de fermentación,
  • descomponer las fibras de la dieta,
  • desarrollar el sistema inmunitario y mantener la homeostasis,
  • procesar polisacáridos y vitaminas,
  • producir hormonas,
  • defenderse contra patógenos intestinales.
Ícono del microbioma intestinal

El intestino alberga cientos de diferentes especies de bacterias y otros microorganismos, como protozoos, arqueas, virus y hongos.

La cantidad de microorganismos que viven en el intestino está en orden de los trillones; hay al menos tantas células microbianas en el intestino como células en todo el cuerpo.4 La bibliografía actual estima de 1010a 1014 células microbianas.2 Estos microorganismos residentes (o bacterias comensales) cumplen funciones en la regulación de la energía, la absorción de minerales, la síntesis de vitaminas, la función de barrera intestinal y el funcionamiento del sistema inmunitario. También ofrecen una barrera contra los patógenos y ayudan a nutrir el intestino.

detallando la abundancia relativa de bacterias comunes en el microbioma intestinal canino, desde el estómago hasta el colon.8-12 Estómago, 99% de Helicobacter, 1% de bacterias lacticas y Clostridium. Las UFC bacterianas aumentan en dirección al colon, también hay un automento de la proporción de anaerobios.
La microbiota intestinal proporciona una barrera contra los patógenos

El microbioma intestinal es una parte fundamental de la interacción bidireccional entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje cerebro-intestino,5 existe cada vez más evidencia de que el microbioma afecta la salud de otros órganos, como la piel,el corazón y los riñones.

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Obtén más información

  1. Richards, P., Thornberry, N. A. y Pinto, S. (2021). The gut-brain axis: Identification of new therapeutic approaches for Type 2 diabetes, obesity, and related disorders. Molecular Metabolism, 46, 101175. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.molmet.2021.101175
  2. Belas, A., Marques, C. y Pomba, C. (2020). The gut microbiome and antimicrobial resistance in companion animals. En Duarte, A. y Lopes da Costa, L. (Eds.), Advances in Animal Health, Medicine and Production (1.ª ed.), pp. 233–245. Springer International Publishing
  3. Blake, A. B. y Suchodolski, J. S. (2016). Importance of gut microbiota for the health and disease of dogs and cats. Animal Frontiers, 6(3), 37–42. Identificador de objeto digital: 10.2527/af.2016-0032
  4. Sender, R., Fuchs, S. y Milo, R. (2016). Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. PLoS Biology, 14(8):e1002533. Identificador de objeto digital: 10.1371/journal.pbio.1002533
  5. Oriach, C. S., Robertson, R. C., Stanton, C., Cryan, J. F. y Dinan, T. G. (2016). Food for thought: The role of nutrition in the microbiota-gut-brain axis. Clinical Nutrition Experimental, 6, 25–38.
  6. van Splunter, M., Lui, L, Joost van Neerven, R. J., WIchers, H. J., Hettinga, K. A. y de Jong, N. W. (2020). Mechanisms underlying the skin-gut cross talk in the development of IgE-mediated food allergy. Nutrients, 12, 3830. Identificador de objeto digital: 10.3390/nu12123830
  7. Summers, S. C., Quimby, J. M., Isaiah, A., Suchodolski, J. S., Lunghoger, P. J. y Gustafson, D. L. (2019). The fecal microbiome and serum concentrations of indoxyl sulfate and p-cresol sulfate in cats with chronic kidney disease. Journal of Veterinary Internal Medicine, 33(2), 662–669. Identificador de objeto digital: 10.1111/jvim.15389
  8. Suchodolski, J. S., Camacho, J. y Steiner, J. M. (2008). Analysis of bacterial diversity in the canine duodenum, jejunum, ileum, and colon by comparative 16S rRNA gene analysis. FEMS Microbiology Ecology, 66, 567–578.
  9. Suchodolski, J. S. (2011). Microbes and gastrointestinal health of dogs and cats. Journal of Animal Science, 89, 1520–1530. Identificador de objeto digital: 10.2527/ jas.2010.3377
  10. Suchodolski, J.S. (2011). Intestinal microbiota of dogs and cats: a bigger world than we thought. Veterinary Clinics of North America Small Animal Practice, 41, 261–272. Identificador de objeto digital: 10.1016/j. cvsm.2010.12.006
  11. Suchodolski, J.S. (2012). “Microbiota in health and disease”. Nestlé Purina Companion Animal Nutrition Summit, Lisbon, Portugal, pp. 33–37.
  12. Honneffer, J. B., Steiner, J. M., Lidbury, J. A. y Suchodolski, J. S. (2017). Variation of the microbiota and metabolome along the canine gastrointestinal tract. Metabolomics, 12, 26. Identificador de objeto digital: 10.1007/s11306-017-1165-3